Taketo Tomoshige es un guitarrista japonés, natural de la prefectura de Hyogo, que vino a España en los años 80 con una beca y su guitarra, y que actualmente reside en Sevilla.
Apasionado del flamenco, comenzó su andadura en España tocando la guitarra en tablaos flamencos y acompañando a artistas muy conocidos del género. Abrió su propio local, el Bar Taketo, en la capital andaluza, y trabajó como periodista para la Expo y los Juegos Olímpicos de Barcelona. Además, no sólo grabó (y produjo) sus propios discos de flamenco, sino que además abrió su propia discográfica, que se convirtió en el lugar de reunión de músicos, guitarristas y cantautores.
Taketo Tomoshige es, además, padre de Noelia Tomoshige (conocida en redes sociales como Monroe Bakes), diplomada en Pastelería por el Cordon Bleu, y dueña de una tienda-obrador especializada en pastelería japo-francesa en el madrileño municipio de Getafe.
Taketo, ¿cuál es tu ciudad natal? ¿Cuáles son sus principales atractivos?
Mi ciudad natal es Ashiya, que se encuentra en la prefectura de Hyogo, entre Osaka y Kobe. Es una ciudad donde confluyen todos los paisajes naturales posibles: río, mar y montaña. Además, contamos con una de las mejores gastronomías del país, que es la comida típica de Kansai. Uno de los platos más populares y deliciosos es el okonomiyaki.
Hyogo también es famoso por el Castillo de Himeji, que es una de las estructuras más antiguas del Japón medieval, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y tesoro nacional. En la época de la flor del cerezo, se puede admirar una estampa del castillo de indescriptible belleza.
Tenemos incluso nuestra propia mitología local con el “Nue”, una criatura del folklore japonés que tiene cabeza de mono, cuerpo de tanuki (mapache), patas de tigre y una serpiente como cola. A menudo es posible visitar templos de la zona donde pueden encontrarse estatuas y pinturas que representan a “Nue”.
Sabemos que España te apasiona, pero ¿qué es lo que más echas de menos de Japón?
Hay tres cosas que echo de menos de Japón. La primera es la gastronomía, la segunda son los paisajes naturales que solo pueden encontrarse en Japón, y la tercera es la organización y funcionamiento del país. Con esto último quiero decir que Japón es un país perfectamente preparado para todo tipo de situaciones. Los japoneses nacemos con la mentalidad de que siempre hay que dejar todo preparado antes de que ocurra, adelantándonos a todos los acontecimientos posibles.
Llevando más de 40 años viviendo en España, ¿mantenéis alguna tradición japonesa en casa o cuando estáis en familia?
Siempre nos hemos asegurado de transmitir a nuestras hijas todos los aspectos de la cultura japonesa. En nuestra casa siempre hemos hablado en japonés, se ha comido comida japonesa y se han inculcado valores de la cultura japonesa. También hemos celebrado siempre las diferentes fiestas japonesas, como es el Hinamatsuri (día de las niñas), y hemos comido osechi el día 1 de enero, entre otras cosas. Hoy en día, aunque nuestras hijas ya son mayores, siguen viviendo de la misma manera, teniendo muy presente en su día a día todo lo que les enseñamos.
¿Qué ciudad, templo o santuario, o lugar visitas cada vez que viajas a Japón? ¿Qué es lo primero que haces nada más llegar de vuelta a tu país?
No tenemos nada fijo, ya que cuando viajamos a Japón estamos de gira por todo el país dando espectáculos de flamenco y cada ciudad que visitamos tiene sus encantos (Osaka, Shikoku, Kagawa, Tokushima, Hiroshima, Kumamoto, Hokkaido…).
Pero últimamente siempre que viajamos a Japón nos quedamos en la prefectura de Gunma, en la isla de Honshu, en una casa que tienen unos amigos en la montaña. Gunma es un lugar poco conocido entre turistas, pero que alberga innumerables paisajes naturales de indescriptible belleza.
Lo primero que hacemos nada más aterrizar es comer un buen ramen o un buen sushi.
Si tuvieras que elegir un plato de la gastronomía japonesa, ¿cuál es tu favorito? ¿Dónde recomiendas probarlo?
Sería un buen ramen. El ramen es un plato de inmensa popularidad en Japón, y en cada provincia se pueden degustar diferentes tipos de ramen típicos y exclusivos de la zona (diferentes caldos, fideos y toppings). Si me quedara con uno en particular, sería el ramen de Hokkaido.
Teniendo a una hija experta en pastelería japonesa, ¿puedes confesarnos cuál es tu dulce favorito de Japón y dónde tienes el mejor recuerdo de haberlo probado?
Aunque nací en Japón, pasé toda mi infancia viviendo en Londres por el trabajo de mi padre, desde los 3 años hasta los 10 años. Por esto, no tengo muchos recuerdos de dulces japoneses de la infancia. Sin embargo, hay algo de los dulces japoneses que me gusta mucho y es que no son empalagosos. Puedes comerte el dulce entero sin tener la sensación de que estaba demasiado dulce o demasiado pesado.
Creo que mi hija ha sabido captar muy bien esta esencia fundamental de la pastelería japonesa, equilibrando bien los sabores y texturas para crear dulces que te permiten disfrutar de ellos de principio a fin sin sentirte pesado después.
Mis dulces favoritos son la cheesecake japonesa, las mille crepes y toda la rama de wagashi, que es pastelería tradicional japonesa (mochi, elaboraciones con anko y matcha…). Hay muchísima cultura de pastelería en Japón y, dependiendo de la provincia, se pueden saborear elaboraciones exclusivas de la zona. Por ejemplo, la isla de Hokkaido es conocida por sus productos lácteos que son los mejores del país (leche, mantequilla, queso…), y a menudo pueden encontrarse establecimientos especializados en cheesecakes.
Por otra parte, en las calles de Kioto se puede encontrar el mejor wagashi (dorayakis, mochi, elaboraciones con matcha…).
Para todas aquellas personas que estén deseando viajar a Japón cuando sea posible, ¿qué ciudades les recomendarías visitar? ¿Hay algún lugar imprescindible que no deberían perderse?
Cada ciudad de Japón tiene una belleza que no tienen las otras ciudades. Sin embargo, creo que es imprescindible visitar Kioto por sus templos y por su belleza tradicional, Hiroshima por su historia y por sus paisajes y Hokkaido por su famosa gastronomía.
Las cuatro estaciones tienen mucha importancia en la cultura japonesa, ¿tienes alguna favorita? ¿qué te gusta hacer en dicha estación?
Me gusta mucho el verano, porque es una época con mucho encanto por sus matsuri (festivales de verano), y es cuando se puede disfrutar de la gastronomía típica de la época (somen, kakigoori, helados…)
